La vejez, ¿es la última riqueza que nos ofrece el Señor?

Al igual que el vino, mejorar con los años

La vida de los hermanos, este es el tesoro de la Fraternidad. Os ofrecemos tres breves relatos de hermanos que se fueron a Asia (India y Vietnam) hace más de 50 años y que viven allí todavía. Sin necesidad de muchas palabras, comparten con nosotros algo de su mirada sobre esta etapa de su vida.

de Charles (Shanti)

“Hermanos os escribo desde el hospital de Santo Tomás, en la pequeña ciudad de Chetpet en el Tamil Nadu (India). Vine después de la hemorragia cerebral que sufrí el año pasado. Michael vino de Bangalore para visitarnos y pasar unos días con nosotros. Pasamos largos ratos hablando de nuestros recuerdos del pasado: los dos habíamos empezado en Sri Lanka en 1955 y seguidamente en la India en 1964 junto con Arul. Fuimos empleados por una organización al servicio de la lucha contra la lepra. En ese momento la enfermedad estaba muy extendida, afectaba a alrededor del 4% de la población.
En el hospital en el que estoy hay todavía una sección para enfermos de lepra, para los antiguos enfermos que han quedado muy discapacitados. El hospital está a las afueras de la pequeña ciudad de Chetpet, y tiene un gran jardín muy tranquilo.
En Alampundi, Visuvasan (Visu) está solo. Está alrededor de media hora de aquí en bus y viene todos los domingos para celebrar juntos la Eucaristía.
Estoy aprendiendo a vivir con esta discapacidad, tratando de seguir siendo independiente y no pedir ayuda más que cuando es absolutamente necesario. También hay que aprender a controlar la imaginación y a no preocuparse por el futuro. Yo vivo hora por hora y eso me hace mucho bien ya que tengo mucho tiempo libre. Rezo por cada uno de vosotros y por toda la Fraternidad.
Con mucho afecto para cada uno.”

“No digáis: Mañana meditaré más tiempo” Os daréis cuenta de repente, que un año ha pasado sin que hayáis hecho nada aunque estéis cargados de vuestras buenas intenciones. Deciros más bien: “Todo puede esperar, pero mi búsqueda de Dios no puede esperar un solo instante”
Paramahansa Yogananda (Sabiduría hindú)

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