De Ventura (Camerún)
Del 1º al 7 de agosto 2013 nos reunimos 20 hermanos: 14 hermanos de la región, además de Édouard de Murugaragara (Tanzania) y Bruno, hermano del Evangelio de Arusha (Tanzania). La región de Oriente Medio estaba representada por Amir (Egipto) y Bertrand (Líbano), mientras que yo representaba a la región de Argelia. La Fraternidad general estaba bien representada en la persona de Hervé, nuestro Prior, que vivió antes en Camerún.
En cuanto al desarrollo del encuentro, hay que decir que nuestros hermanos son muy madrugadores y grandes trabajadores: ya que el día comenzaba a las 6:15 con los Laudes y la Eucaristía y terminaba a las 21 con Completas, después de 5 sesiones de una hora a lo largo de la jornada. Empezamos por un ‘tour de table’, un verdadero compartir y en profundidad lo que vive cada hermano de la región, así como una aproximación a lo que viven los hermanos de Oriente Medio y de Argelia.
De este ‘tour de table’ salieron 6 temas para el próximo Capítulo general y una vez pasados por la criba, dimos prioridad a 2 de ellos: 1º “La formación y el acompañamiento de los hermanos en las diferentes etapas (desde el postulantado hasta la vejez)”. 2º: “¿Cómo vivimos nuestra relación con la Iglesia local?”
El punto culminante de la reunión tuvo lugar el domingo 4 de agosto con la profesión perpetua de nuestro hermano Valery (en formación en Yaundé en el campo de la salud). Fácilmente podéis imaginar la fiesta, las danzas, los cantos, la alegría. El momento más emocionante para mí fue cuando su madre firmó la carta de compromiso de su hijo, Valéry, madre e hijo danzaron juntos… ¡Fue bello hasta llorar!
A destacar también que en el último día de nuestro encuentro regional, Eric (uno de nuestros hermanos en formación teológica en Yaundé) renovó sus votos en el curso de la celebración Eucarística.
Esta reunión regional fue seguida por el encuentro de la zona (África Central, Oriente Medio, y Argelia). Reflexionamos sobre la vida en nuestras regiones y elaboramos un proyecto de informe de lo que nos gustaría transmitir de nuestra vida al próximo Capítulo.
Después de estos dos encuentros, tuve la suerte de visitar nuestras cuatro fraternidades del Camerún.
Foumban: Al ser campesino, podéis imaginar cómo he apreciado el paisaje, lo que viven los hermanos… ¡es muy hermoso! Durante la fiesta del final del Ramadán, hemos visitado a muchos amigos musulmanes de la fraternidad. Es bello, este islam pacífico que se vive en Foumban promovido entre otros, por el Sultán de los Bamouns. Es muy bueno el trabajo realizado por la Misión católica, por el Cefan (donde trabajó Hervé durante años), por el dispensario donde trabajó Édouard hasta su jubilación y donde igualmente había trabajado Éric antes de su marcha para su formación teológica en Yaundé.
No puedo acabar de hablar de Foumban sin hablar con admiración de Rebeca, Anne-Marie y Gisèle, las 3 jóvenes que acompañan a Édouard quien se quedó solo después de la marcha de Patrice: “ellas me acompañan como hermanas”, dice Édouard.
Para alguien que viene del desierto, no puedo mirar al Camerún sino por contrastes: yo que vengo de un lugar donde raramente hay agua, aquí llueve a diario; yo que vengo del Assekrem donde durante mis paseos es tan raro encontrar a alguien, aquí hay gente por todos los sitios; yo que vengo de una región donde la mayoría de los hermanos navegan entre la tercera o la cuarta edad, aquí en el encuentro regional, es la juventud, los cantos, las danzas lo que prima. En el desierto el despojo es total, aquí en Camerún en esta estación de lluvia todo es exuberante (la selva ocupa el 45% del territorio), el clima favorece el mapa de la diversidad (fauna y flora), sin olvidar sus grandes recursos alimentarios, su industria diversificada, así como el gas natural y el petróleo…
Sí, todo es exagerado, incluso y sobre todo la “miseria”, cuando uno se pasea por la selva, es fácil comprender la razón por la que el grupo más numeroso de emigrantes en Tamanrasset (Argelia) está formado por cameruneses (a causa de la corrupción, la riqueza del país no está equitativamente repartida).
Bamenda: Me impresionó la mala carretera que conduce hasta allí y sin embargo hay varios peajes en esta carretera. Desde mi llegada me puse a leer los diarios de la fundación de la fraternidad del Camerún: el año de la prospección hecha por Roger (1949 – 1950), las primeras fundaciones en 1951, la de Mora en la tribu de los Madas y los Ouldémés y la de Bassa (barrio de Douala), junto a los leprosos… hasta nuestros días: es apasionante.
Una cosa que comprendí bien es la estrecha relación que los hermanos de África central tienen con la parroquia, esto es connatural en ellos. El día de la Asunción, en la misa de las 6 h. de la mañana en la parroquia de los hermanos, la iglesia estaba llena a reventar y nunca había distribuido tantas comuniones en mi vida; y sin embargo éramos tres a distribuir la comunión. He apreciado mucho el hecho de que a menudo fuéramos numerosos los que estábamos alrededor de la mesa con las visitas que recibían los hermanos durante la jornada.
Durante mi estancia en Bamenda, pude visitar el monasterio del Emmanuel (Hermanas presbiterianas), el monasterio de las trapenses, las hermanitas, la catedral… Muchísimas gracias por el apoyo que me habéis prestado. Mi única pena, es no haber podido visitar la fraternidad de Onitsha (en Nigeria), ya que no tenía visado para ir allá. Esto solamente es un ‘hasta otro momento’.
Yaundé: El nombre viene de la lengua “Ewondo” y significa “cacahuete”, muy cultivado en la región. En primer lugar me sorprendió la gran extensión de la capital camerunesa, necesitamos tres taxis para llegar a la fraternidad, a partir de la parada del autobús. La fraternidad está compuesta por André y por los estudiantes René, Valery, Pius y Eric. Comprendí la problemática que deben afrontar nuestros hermanos estudiantes: si tenemos en cuenta que el 80% de la población tiene menos de 30 años y que el desempleo llega al 60%, se comprende bien el por qué nuestros hermanos, luchan por tener un diploma muy cualificado si quieren tener una posibilidad real de trabajo. Aquí en Yaundé, aprovechando mi estancia en la fraternidad de estudios, dediqué mis ratos libres a conocer la cultura africana: “Repensar la teología africana” de Jean-Marc Ela y la “Lectura africana de la Biblia” de Paulin Poucouta, ambos muy conocidos de los hermanos.
Duala: Al llegar pasé dos días aquí en Duala, esperando a Amir procedente de Egipto y otros dos días antes de mi marcha. Regresé con Valery que tenía que entregar su dossier en uno de los hospitales de New Bell para un tiempo de práctica (un mes y medio). Nuestro hermano Anselme se quedó solo después de la marcha de René y de Pius a los estudios. Solo pero no solitario ya que tiene muchas visitas en la fraternidad y está muy ocupado en su centro biomédico.
Su presencia en Duala es muy importante para aquellos que llegan o se marchan del Camerún. Es también un guía de lujo en la ciudad de Duala; con él visité la catedral, la procura, el centro Baba Simon… sin olvidar el pescado asado…
Desde mi regreso a Duala, habiendo leído la historia de la fraternidad del Camerún, quise visitar la leprosería de la Dibamba empezada por nuestros hermanos y que está aún muy viva hoy día gracias a las hermanas misioneras del Carmelo quienes tomaron el relevo y se ocupan de los leprosos, el sida, la tuberculosis… Nuestros hermanos Bernard y Michel están enterrados allí, sin olvidar a Jean de la Croix quien hubiese querido, él también, estar enterrado en la Dibamba… “granos caídos en tierra camerunesa, anuncian futuras cosechas”. Una hermana nos decía: “las tumbas de los hermanos, siempre reciben visitas, la gente los tiene por santos…”
Después de un mes dejé el Camerún realmente encantado… No me gustaría terminar este diario sin subrayar una cosa que me emocionó en particular: es ver el fervor de nuestros jóvenes y el apego que tienen a la Fraternidad y a Carlos de Foucauld.