Brossasco (Piamonte) del 6 al 13 de julio de 2014
Desde hace ya 10 años nos venimos reuniendo de una forma bianual los hermanos de Europa de la misma generación. Cada vez hacemos el encuentro en un sitio distinto y esta vez le ha tocado organizarlo a nuestros hermanos de Brossasco, una zona del Piamonte italiano, en las estribaciones de los Alpes y a unos 80 kms. de Turín. Este año respondimos a la llamada 13 hermanos (1) viniendo de Italia, Francia, España, Bélgica y Siria.
La finalidad de este encuentro es bien sencilla: favorecer la convivencia y el intercambio de experiencias en un ambiente relajado y sin necesidad de llegar a conclusiones o elaborar cualquier tipo de documento. Puedo afirmar que nuestras expectativas se volvieron a cumplir con creces y nos despedimos una semana después con el corazón más esponjoso por la profundidad de lo compartido por cada uno y al mismo tiempo con la inquietud por la dureza de algunas situaciones que estamos viviendo tanto en Siria en medio de los bombardeos como por la situación de crisis que atravesamos en nuestra vieja Europa.
Los hermanos que habitan el lugar nos habían preparado un programa lleno de diversas posibilidades pues el clima en estas latitudes de montaña suele ser bastante incierto, pero a pesar de la lluvia que se nos regaló casi a diario pudimos vislumbrar distintos aspectos de esta bella región y de lo que nuestros hermanos viven allí con visitas a sus centros de trabajo y a sus amigos más cercanos.(2) Creo decir que la opinión era unánime entre nosotros de tener un sentimiento de haber recibido un gran regalo con esta visita.
El martes nos depararon la sorpresa de la visita a la Iglesia Valdense que tiene su sede en un pequeño pueblo bien cercano. La mayoría habíamos escuchado hablar de ellos, pero pensábamos que habían desaparecido hacía siglos…; sin embargo un grupo de ellos se refugió en estos parajes de alta montaña y eso les permitió sobrevivir hasta hoy. Nos habían preparado una visita guiada a su museo (3), a su templo, a la sede del Sínodo y a los lugares donde sobrevivieron durante siglos en las montañas (4). Estuvimos impresionados por la calidez y cercanía con que nos acogieron y nos mostraron su historia y su presente. Sin duda, es una visita que todos guardamos en nuestro corazón.
Otro día nos llevaron a Campo Felice en Carmagnola (5), una población cercana donde hubo una fraternidad durante unos años. Es toda una experiencia de amistad profunda que se prolonga desde hace años y en la que están bien implicados nuestros hermanos. Con este grupo de amigos recibieron un terreno donde pudieron plantar todo tipo de árboles frutales y algo de verdura. Allí se reúnen todos los viernes para trabajar el campo, recolectar lo que da la estación y reunirse en amistad en torno a una buena mesa, que tuvimos la suerte de poder compartir…
Christian nos quiso mostrar también la cooperativa ganadera donde trabaja
actualmente y que emplea a una serie de personas en rehabilitación por diversas causas. Carlo (6), nuestro hermano más joven, nos condujo por su parte a la empresa que lo contrató a su llegada y que se encarga de la producción de infusiones ecológicamente tratadas. Se ocupan de todo el proceso, desde el cuidado de las plantas en el campo hasta la producción y distribución de los sobrecitos que metemos en el agua caliente. Estaba todo impecable, pero es verdad también que hemos visto llegar a Carlo de regreso a la casa por las tardes después de una jornada de trabajo no tan impecable…Todo el paisaje estaba dominado por las alturas del Monviso (3.800m.) y pudimos recorrer una pequeña parte de estos valles de montaña que impresionan por su grandiosidad (7) y belleza (8), pero también se podía intuir cuán dura ha debido ser la vida de esta gente que habita las montañas con unos inviernos tan rudos y en un aislamiento bastante grande.Nos despedimos emocionados con un hasta luego…
Málaga 20 de julio de 2014