«Para vivir vuestra vocación ¿necesitáis pobres?»

Vignoux, cerca de Bourges (Francia). Una de las viejas fraternidades rurales. Gilles y Pierre viven allí desde hace 38 años. Sus vidas continúan estando ocupadas, zarandeadas, pero son vividas en su plenitud.

de Gilles,

Hay quienes nos dicen que los Hermanos de Jesús no hacen nada, así que les propongo seguir a un hermano durante un día y sin duda cambiarán de opinión. Incluso sabiendo bien que se refieren a tener una actividad apostólica directa en la Iglesia, lo cual tampoco es cierto para algunos de nosotros.
La mayoría de los hermanos tenemos unas vidas muy activas, muy ocupadas, a veces al límite de la resistencia física… porque esto forma parte de las condiciones de vida de todos aquellos que trabajan para ganarse la vida. Todo esto sirva para tratar de excusarnos dado los pocos diarios que escribimos, a lo que se podría añadir una falta de entusiasmo y de sentido fraterno…
Ha llegado la jubilación, esperábamos mucho de ella: “¡cuan- do me jubile, tendré tiempo!” Ya ha llegado, ya no tenemos al jefe a la espalda… ni horarios agobiantes, pero las ganas de relajarnos están ahí, las fuerzas físicas disminuyen. Con los años de presencia las ocupaciones no dejan de aumentar. En resumen, la vida no deja de estar muy ocupada…
Cuando dejé mis actividades al servicio de la región de Francia, tuve la impresión de una segunda jubilación o bien de la verdadera jubilación, incluso sin compararlo con el trabajo que hemos tenido ya que, a pesar de todo, hay mucha alegría en el estar al servicio de los hermanos.
Esta vida tan llena ha sido el lote de las personas con quienes hemos querido compartir nuestra vida, la vida modesta de aquellos a los que el mundo no presta atención. “Sin nombre ni influencia en el mundo”. Esto me dice mucho porque la inmensa mayoría de los seres humanos que no escribirán nunca en su vida, no harán nada y no pueden hacer nada para salir del anonimato. Eso se ha convertido en una exigencia para mí, en mi seguimiento de Jesús de Nazaret. Es tan natural el querer dejar una huella, sobre todo cuando envejecemos.
No hablo ya de los pobres, aquellos que están hoy día económicamente al margen de la sociedad, sin empleo, sin vivienda, etc. Porque yo nunca me sentí capaz de compartir esas vidas, desgraciadamente. Y sin embargo, la pobreza solidaria me dice mucho. La pobreza en sí es para mí un mal contra el cual hay que luchar con más justicia y solidaridad entre los seres humanos. Hace tiempo, una amiga, fallecida joven, me preguntaba: “para vivir vuestra vocación, ¿necesitáis pobres? Esta pregunta me hizo mucho daño, viniendo de ella que estaba muy motivada política y sindicalmente buscando más justicia.
Nuestros campos se parecen cada vez más a la ciudad, pues a causa de los problemas, se ha terminado el estilo de la vida en el campo desde hace 40 o 50 años. La inseguridad ha llegado a nuestras aldeas porque están menos vigiladas. Los obreros que tienen un pequeño salario lo pasan cada vez peor; con la subida de precio del carburante, el coche es una carga. Cada vez viene más gente al campo… para estar tranquilos, huyen de los problemas de la ciudad, pero éstos les siguen…
Algunos de nosotros aún trabajamos en un huerto, cosechamos nuestras propias verduras, mantenemos los alrededores de la casa, lo que nos da bastante trabajo, pero eso es parte de la inserción en un pueblo. Sin embargo, los matrimonios más jóvenes, en general, no están interesados en este tipo de actividades.
Pierre y yo estamos juntos desde 1975, lo que no es poco. La vida fraterna se construye y crece con el tiempo y es muy bella porque muestra nuestra fidelidad. La vida de la región también tiene mucha importancia y también la vida del sector, por eso me ha afectado mucho el reciente fallecimiento de Alain.
También está la Iglesia local con la que tenemos buenas relaciones fraternas. No siempre compartimos los mismos puntos de vista (sobre la sociedad u otros temas), pero yo siempre he sentido gran interés y alegría por pertenecer a la Iglesia de Jesucristo. La Iglesia tiene, como yo, sus defectos, sus limitaciones, sus faltas muy graves tales como la pedofilia u otras, pero a pesar de todo sigo amándola.
En mi vida religiosa, no soy un amante de libros sobre espiritualidad sino que sigo más bien los pasos de Jesús en la tierra de los hombres, en sus vidas. Tratar de reconocer la presencia de Dios en nuestro mundo de hoy: “el Reino de Dios está entre vosotros”. A mí me toca descubrirlo, esta es una frase del Evangelio que no deja de interpelarme. Tenemos los sacramentos que nos alimentan igualmente.
La espiritualidad de Nazaret me habla cada vez más, agradezco a la Fraternidad y a todos los que en la Fraternidad han dicho algo sobre Nazaret y otras cosas…
En cuanto a la vida religiosa, compartimos en la diócesis con otros religiosos. Tenemos el C.D.V.R. (Consejo Diocesano de la Vida Religiosa) que permite a los religiosos/as conocerse y trabajar juntos, esto es importante porque hemos estado implicados en este Consejo durante mucho tiempo. Nos retiramos, como es debido, pero hemos vuelto ante la falta de personas que se comprometan, ¿hasta cuándo? Ya no tenemos jóvenes, las congregaciones religiosas tienen pocas o ninguna vocación, así que su preocupación prioritaria es cómo mantener sus comunidades en las ciudades, ¡si les es posible! Este año los ‘Hermanos misioneros del campo’ abandonan la diócesis después de más de 50 años de presencia, lo cual no deja de afectarnos.
Las comunidades parroquiales disminuyen cada vez más, desde hace 38 años hemos visto morir sacerdotes que no han sido reemplazados, la práctica religiosa ha disminuido mucho. Pero lo que hemos perdido en cantidad lo hemos ganado en calidad, nuestras comunidades son más fraternas, más vivas, nos sentimos más a gusto.
En nuestro distrito las personas practicantes son muy pocas a pesar de que somos 800 habitantes, aún hay algunos bautizos pero ya no hay niños en catequesis. El sagrario de la iglesia fue saqueado el año pasado y el copón con su contenido fue encontrado en una fosa ¿es esto un signo? ¿de qué?.
En nuestro distrito, somos menos implicados que en otros tiempos, los alcaldes y algunos cargos electos se suceden unos a otros. La población del distrito no deja de crecer, como todos los distritos cercanos a la ciudad, aunque no es lo mismo para los distritos más alejados en el campo o más allá de los bosques.
Creo que ya he hablado mucho. Me gustaría saludar a cada uno de vosotros a través del mundo, en vuestra región de inserción. Gracias por abrir nuestro corazón al mundo.
Escribo este diario desde Ramonville donde acabo de terminar una estancia de un mes en semi retiro y tiempo de descompresión…

Comparte esta noticia